Hay muchos que
dicen no creer en Dios, y no saben que lo llevan dentro. Hay muchos que
creen pero no quieren saber de Él, y no saben que lo llevan
dentro. Hay muchos que se ríen de los que hablamos de Dios, y no saben
que lo llevan dentro. En efecto, tanto nos quiere a sus hijos que una parte de
su Espíritu va en el interior de TODOS los seres humanos desde el
momento de su concepción, y desde ese momento nos acompaña y nos guía
hasta que TODOS estemos juntos en lo que llaman el Cielo. Tengo la
absoluta certeza de que después de morir la aventura continúa y sospecho que
hasta llegar a Dios nos queda muchisísimo (que diría el chavo del ocho)
camino que recorrer. Digamos que son niveles que hay que superar. Yo
todos los días, entre otras cosas, le pido a Dios por las personas que
mueren y especialmente por las almas del Purgatorio (me lo enseñó mi madre),
y precisamente por mis padres rezo todas las noches porque es una de las
pocas cosas que puedo hacer por ellos desde aquí, y cuando los
vuelva a ver sé que me dirán: "No esperábamos menos de ti".
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